Casi ha pasado un año. Un año de no escribir por querer hacerlo siempre mejor. Y en esta búsqueda de la perfección me olvidé de que caminando se hace el camino.
Hoy vuelvo a este rincón, recojo este cuaderno de notas y sin temor lo abro de nuevo.
"Los extravagantes hijos de mi fantasia, duermen por los tenebrosos rincones de mi cerebro,
acurrucados y desnudos, esperando en el silencio que el Arte los vista de la palabra,
para poderse presentar decentes en la escena del mundo."
Gustavo Adolfo Bécquer
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