Reflexiones varias sobre este mundo verde

viernes, 27 de enero de 2012

Renovables sin primas, de momento

El ministro de Industria, Energía y Turismo, Jose Manuel Soria ha anunciado esta mañana que se paraliza la concesión de primas a nuevas instalaciones de energía renovable.

Este tipo de primas surgen de la elevada inversión que requiere establecer una nueva planta de estas características. Esto provoca el denominado "déficit tarifario" y que hace que el coste real de producir esta energía no se llegue a amortizar. Es decir, ahora mismo cuesta más dinero producir esa electricidad que lo que finalmente paga el consumidor en sus facturas. Las primas lo que hacen es compensar ese déficit para evitar generar pérdidas de capital. En su momento se instauraron para ser un impulso a nuevas instalaciones de energías renovables, sobre todo solares, que a día de hoy son las más deficitarias.

La medida no afectará a las primas ya adjudicadas, que se seguirán otorgando con normalidad. Jose María Marín Quemada, catedrático en Economía Aplicada de la UNED ha afirmado en declaraciones a Radio Nacional, que no se trata de una decisión alarmante sino de más bien un signo de austeridad ante la difícil coyuntura económica. Según el experto, "las energías renovables son atractivas pero caras" por lo que es lícito ralentizar su implantación.

Aún así Marín Quemada se muestra optimista ante la situación. Valora como positiva la cifra del 13% de electricidad obtenida a través de energías verdes y cree que se cumplirán los objetivos de la Unión Europea de alcanzar el 20% en 2020.  También recuerda que las renovables han que considerarse como un complemento: por ahora seguimos dependiendo de los hidrocarburos.

miércoles, 25 de enero de 2012

Lo que nos importa el cambio climático (Eurobarómetro 2011)

Aunque ya se hizo público en octubre de 2011 no deja de ser interesante volver a los datos del Eurobarómetro sobre Percepción de Cambio Climático.  La encuesta europea viene a confirmar que efectivamente en el viejo continente sí que somos conscientes de que existe un problema con el medio ambiente, o al menos eso decimos.

El 20% de los encuestados afirmó que el cambio climático será el problema más serio con el que tengamos que enfrentarnos en un futuro. Esto lo convierte en nuestra segunda mayor preocupación, tras la pobreza, el hambre y la falta de agua potable, todo junto. Curiosamente, según el sondeo, el estado de nuestro planeta nos importa más que la situación económica.

Los europeos creemos que la responsabilidad de tomar medidas al respecto recae en primer lugar en los gobiernos nacionales, la Unión Europea y la industria. Sólo el 20% de la población considera que deben ser iniciativas personales las que combatan el cambio climático. Preocupante, a mi modo de ver. Tal vez se nos esté olvidando de que a base de posicionarnos  día a día  podemos forzar a las instituciones a actuar. ¿Dónde queda aquello del granito de arena?

Más datos: el 43% de los europeos dice no llevar a cabo ninguna acción para combatir el cambio climático. Un porcentaje elevado, y eso que es una respuesta políticamente incorrecta. En nuestro país, la proporción de personas que no tiene complejos en decir que no hace nada por el medio ambiente es del 28%.

Sin embargo, cuando se preguntó a la gente si intentaba caminar o coger la bici antes que el coche, si compraban productos de temporada cuando era posible, si reciclaban o evitaban coger bolsas de plástico en el súper, tan solo un 13% dijo que no lo hacía.

Vamos, que en muchas ocasiones realizamos pequeñas acciones sin ser del todo conscientes de la importancia que tienen. Y seguramente esto no sea malo. Simplemente ahora no creemos que estemos salvando el planeta cada vez que reciclamos o rechazamos una bolsa de plástico. Ahora sabemos que la solución (si el tema permite hablar de "la solución") es mucho más compleja que esto.

De todas formas y de momento, una servidora va a dedicar unos instantes a mirar para dentro y pensar qué hace, qué no hace y qué podría hacer.


Más info: http://ec.europa.eu/public_opinion/archives/ebs/ebs_372_en.pdf


viernes, 20 de enero de 2012

Desde que la electricidad llegó...

En el año 1886 Girona se convirtió en la primera ciudad de nuestro país en disponer de un alumbrado público. Entonces nuestros bisabuelos estaban acostumbrados a vivir sin enchufes. Eran otros tiempos.

Han pasado ciento veintiséis años desde entonces y a pesar de que la llegada de la electricidad era el primer síntoma de la revolución tecnológica que vendría, seguramente ninguno de nuestros antepasados podía imaginar hasta qué punto cambiaría nuestra vida. Teléfono sin cables, cartas sin sobre, periódicos sin papel... Eso tan sólo son unos pocos puntos de la interminable lista de detalles que, día tras día, hacen más cómoda nuestra cotidiana existencia.

¿Pero qué ocurriría si un día no existiera la electricidad? ¿Somos realmente conscientes de que la corriente no es ilimitada? Vivimos rodeados de enchufes sin ser conscientes de que la autopista eléctrica continúa más allá de los cables del cargador de nuestro móvil...  

Tal vez nos ayudara que el contador de la luz no estuviera en esa caja de la entrada que sólo miramos de vez en cuando y para apuntar sus seis dígitos sin demasiada atención. Me gustaría saber cuánta energía gastamos en cada pequeña acción que realizamos. Así realmente podríamos decidir dónde podemos ahorrar y dónde no.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Radiografía de un átomo (o por qué son necesarios los aceleradores de partículas)

Las diferencias entre centro de investigación e instrumento se difuminan cuando hablamos del Sincrotón Alba recientemente inaugurado en Cerdanyola. De hecho, no podríamos acertar a decir dónde empieza uno y acaba el otro.

El acelerador de partículas lleva a los electrones a la velocidad de la luz. Cuando esto ocurre, las estructuras de los átomos y de las moléculas se vuelven visibles a los limitados ojos humanos. Tal y como aparecen los huesos cuando se les expone a una radiografía.

¿Quién puede querer un microscopio tan potente? Puesto que toda la materia tiene átomos y los átomos pueden desvelar los secretos de la materia es raro encontrar una disciplina que no pueda necesitarlo. De momento, la biología, la nanotecnología y las ciencias de materiales son las elegidas para contar con sus servicios.

Funcionará 24 horas al día por turnos de 8 horas. Sólamente cerrará en navidad y en verano. Semejante cadena de producción ha costado 200 millones de euros y más de 6 años de construcciones.

Se espera que científicos de todo el país acudan a él para realizar sus experimentos, que pueden durar de los 5 minutos a una semana. Antes debían irse a Francia como poco para utilizar esta técnica. Ahora todos caben en Cerdanyola y la luz de este particular instrumento ya puede dar forma a esas minúsculas partes de la realidad que antes escapaban a nuestros ojos.

lunes, 2 de agosto de 2010

CO2 BAJO TIERRA ¿ADIÓS AL EFECTO INVERNADERO?

Ante los crecientes niveles de CO2 una nueva tendencia pretende instalarse como solución de soluciones: hay que capturarlo y almacenarlo bajo tierra. Así, a través de extractores en fábricas que funcionarían cual potentes aspiradores, se aprisionaría a este gas de efectos perversos y se le confinaría en pozos que llegan hasta los 300 metros bajo el nivel del mar. Castigado.
Hay proyectos de este tipo por todo el mundo. Cada vez más. Los hay en Norteamérica, en el Norte de Europa, en África…Sin ir más lejos también tenemos uno en Puertollano y pronto habrá otro en el Bierzo. Pero no son empresas sencillas. Todas ellas requieren grandes infraestructuras para establecer los extractores, los pozos y el entramado de gasoductos que comuniquen ambos puntos. Es decir, dinero, mucho dinero. Así que por el momento esta técnica va instaurándose poco a poco, despacio, entre las políticas de las grandes factorías.
A grandes problemas, grandes soluciones, pero vísteme despacio que tengo prisa. Desde luego, es muy loable la intención de reducir los niveles de CO2. Nadie, persona ni protocolo, ha conseguido hasta la fecha contener ni frenar el disparado consumo energético que se está dando en los países industrializados. Más consumo, más contaminación, más CO2. ¿Y ahora qué hacemos? Lo metemos en un pozo debajo del mar.
Hay que buscar una solución al problema del CO2, eso está claro. Se come el ozono, derrite los polos, acidifica nuestros mares. Es un veneno que mata lentamente. Pero el hecho de que no seamos capaces de reducir las emisiones no sé hasta qué punto justifica el enterramiento masivo de lo que no nos viene bien. ¿Qué será lo próximo?
No podremos seguir eternamente enterrando todo lo que molesta. Tal vez la Tierra tenga capacidad para albergar millones y millones de toneladas de CO2. ¿Pero realmente estamos buscando una solución o es solo un parche? ¿Realmente va a acabar con el efecto invernadero? No deja de ser llamativo el énfasis puesto en liberarnos de CO2 mientras se deja correr libremente hacia las nubes a otros gases como el metano, con un poder contaminante mayor y una mayor persistencia a lo largo del tiempo.
Seguramente es mejor que no hacer nada, pero llamemos a las cosas por su nombre. O al menos no las llamemos por lo que no son. Esto no es una panacea. Lo ideal sería reducir el consumo energético. Electrodomésticos que cada sean más eficientes, coches que no contaminen, energías renovables… Qué bien suena. Consumo responsable. No es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia.

jueves, 29 de julio de 2010

LA GRIPE A, UN AÑO DESPUÉS

Hace doce meses apareció una nueva enfermedad. Nació en México y su llegada al mundo desconcertó a medio planeta. Puso en jaque a la máxima autoridad mundial en lo que a salud se refiere y los políticos recomendaban no darse la mano ni besar. La prensa auguraba cifras crecientes de afectados, de muertos. Una epidemia en toda regla. Una pandemia. La raza humana podía estar dispuesta, que no preparada, para que ocurriera lo peor. Pero poco o poco, la tormenta amainó. La alarma se fue diluyendo hasta que tal día como hoy se podría recordar como un mal sueño. Algo irreal. ¿Realmente era necesario transmitir semejante nerviosismo social? ¿Quién dejó más indefenso al ciudadano? ¿Las exageraciones de la OMS, las dudas de los políticos o las negras profecías de los medios? Quizás tampoco hoy, un año después, sigamos siendo incapaces de distinguir dónde está la frontera entre lo que es advertir de unos posibles riesgos y lo que es generar pánico por algo aún inexistente. Un año después tal vez sólo seamos capaces de intuir que no hay virus que se difunda más rápido que el miedo.


Texto realizado para una práctica in situ de Redacción

ASUNTOS PENDIENTES


Retomamos los asuntos pendientes, los que un día, sin ningún motivo en especial se quedaron aparcados en un rincón. Nadie volvió a hablar de ellos. La costumbre se perdió y aunque a veces visitaba mi memoria no pasaba de un"¿Te acuerdas...?", "Algún día...", "Tendría que..." Y el día en el que abriría de nuevo mi cuaderno de notas nunca llegaba. "Hoy no es un buen día, mejor sí..." Excusas.

Casi ha pasado un año. Un año de no escribir por querer hacerlo siempre mejor. Y en esta búsqueda de la perfección me olvidé de que caminando se hace el camino.

Hoy vuelvo a este rincón, recojo este cuaderno de notas y sin temor lo abro de nuevo.


"Los extravagantes hijos de mi fantasia, duermen por los tenebrosos rincones de mi cerebro,
acurrucados y desnudos, esperando en el silencio que el Arte los vista de la palabra,
para poderse presentar decentes en la escena del mundo."
Gustavo Adolfo Bécquer